lunes, 25 de mayo de 2015
Caballos guzmanes o valenzuelas
Consta en un catálogo de la Biblioteca Nacional de España una obra escrita por Luis Buñuelos de la Cerda y titulada "Libro de la gineta i deçendencia de los cavallos guzmanes que por otro nombre se llaman balençuelas". El autor era natural y vecino de Córdoba. La obra fue publicada en 1877 y basada en textos de 1605.
Estos caballos, famosos en Andalucia por su calidad, eran "una raza especial de caballos cordobeses en el siglo XVI", según una artículo de 1883 de José Pérez de Guzmán.
Esta raza fue creada en el primer tercio del siglo XVI y pervivió al menos hasta el siglo XVIII. Su hierro tenía forma de corazón. Se conocieron como caballos guzmanes porque en su origen D. Luis Manrique, gentilhombre y encomienda de Córdoba de la Orden de Calatrava, compró para sus yeguas un caballo bereber "rucio azul con el cabello y cola blancos y muy crespa" a un tal Guzmán. Este animal había sido dejado por la corte de Marruecos a su paso por Córdoba para agasajar al rey español.
A la muerte de D. Luis Enrique, la ganadería pasó a D. Martín Fernández de Córdoba Ponce de León, quien a su vez la obsequió a D. Gonzalo, Duque de Sesa y nieto del Gran Capitán. Cuando este tuvo que volver a Italia, dejó la ganadería a D. Juan Valenzuela, su caballerizo mayor y señor muy principal, que la conservó toda su vida. Fue entonces cuando comenzaron a recibir el nombre de "caballos valenzuelas". Continuó con la empresa su hijo D. Gerónimo Valenzuela.
Por desgracia con la Guerra de Independencia y los siguientes conflictos esta raza terminó desapareciendo y convirtiéndose en una leyenda popular.
Fuente: BNE y DiarioCórdoba
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