Conocido como "El Sahuaripa", Gilberto nació en Sahuaripa (Sonora, México) en 1935. Hijo de Alfonso Valenzuela y Adela Macen Amavizca. Su padre era servidor público estatal y se trasladaba con frecuencia a otros municipios. Gilberto estudió el primero de primaria en Cajeme, regresó después a la escuela Mártires de Sahuaripa para terminar hasta el cuarto año… y eso fue todo. Niño precoz y de una voz privilegiada, Gilberto Valenzuela cantaba ante todo tipo de público en Sahuaripa y Magdalena -donde vivió en la casa de Cornídez-. En su infancia cantó en Nogales (parque Obregón) y Hermosillo (Jardín Juárez).
En 1946 regresa a Cd. Obregón por poco tiempo y canta en el Club Olímpico, de Manuel Islas. En 1947, sin permiso de la familia, sale rumbo a Tijuana en busca de una tía con recursos (Rosa), ahí trabaja pintando casas y se incorpora como cantante al circo “Atracciones Esperanza”, donde permanece por un tiempo, alternando con el canto en cantinas para los soldados norteamericanos que recién habían regresado de la Segunda Guerra a San Diego y se amontonaban en la Avenida Revolución buscando música, comida, aventuras, mujeres y cerveza.
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En 1952 se casa con Aurora Salazar Bretado, hija del diputado local por Navojoa en 1935, Miguel Ángel Salazar Ayala.
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Entre 1967 y 1976 Gilberto obtiene sonados éxitos en el canto y en los negocios: abre el primero de tres de los “Sahuaripa piano bar” y participa además en campañas políticas. Trabaja en el “plaza santa Cecilia” de Jaime Fernández y Alfonso Brito. En 1976 gana el festival OTI con su célebre interpretación “De que te quiero te quiero”. No era fácil ganarle a gente como Napoleón, Sergio Esquivel, María Medina y Felipe Gil; sin embargo, Gilberto lo logró y su fama se incrementó.
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A sus casi 75 años que cumplirá el próximo 27 de febrero, Gilberto “El Sahuaripa” Valenzuela que actualmente vive en Mexicali dice que “sin ser millonario pero con algo para vivir” le quedan varios pendientes: Conservar el cariño de la gente de Sonora y Baja California, disfrutar a sus 7 hijos, 15 nietos y 5 bisnietos, tener un retiro digno y sin enfermedades, pedirle perdón a quienes haya ofendido involuntariamente, seguir trabajando allende la frontera, y su deseo… que cuando muera lo sepulten en Sonora, su tierra que ama entrañablemente, la que lo vio nacer y que lo bautizó con el nombre artístico de toda su vida.
Fuentes:
Obson.wordpress.com
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