Iznájar contaba en 2010 con unos 4.714 habitantes. Hasta finales del siglo XIX la mayoría de su población estaba diseminada por cortijos, casas de campo y aldeas. Incluso hoy en día, casi la mitad de su población reside en los diecinueve pequeños núcleos o aldeas del término municipal: El Adelantado, Alarconas y Antorchas, El Arroyo de Priego, El Arroyo del Cerezo, La Celada, Cierzos y Cabreras, Los Concejos, Corona, Algaida y Gata, Fuente del Conde, El Higueral, La Hoz, El Jaramillo, Los Juncares, Montes Claros, Los Pechos, Solerche, Valenzuela y Llanadas y los Ventorros de Balerma.
En cuanto a su historia, existen restos de asentamientos ibéricos y romanos, así como cortijos que se remontan a los siglos XVIII e incluso a la Reconquista cristiana de la zona. El castillo pertenece al siglo VIII.
Las primeras noticias escritas son de la segunda mitad del siglo IX y hacen referencia a la incorporación de la villa a la rebelión muladí de Umar ben Hafsún.
Durante la reconquista, Iznájar quedó unida al reino granadino y no pasó a manos cristianas hasta el reinado de Juan II (1405-1454). En 1468, Diego Fernández de Córdoba, Conde de Cabra, recibió por su adhesión al monarca Enrique IV (1425-1474) la jurisdicción y señorío de esta villa con el título de Vizconde de Iznájar.
La economía local se basa principalmente en la agricultura, destacando el cultivo intensivo del olivar, y como actividad secundaria la industria transformadora agroalimentaria: almazaras, panificadoras, bollería y repostería.
Fuentes: Wikipedia y Guía de Iznájar
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