Investigar nuestra propia genealogía

Al principio, cuando te surge el interés por la historia familiar y los antepasados, todo es muy informal, poco preciso, intermitente... En general, poco eficiente. Con el tiempo, según aprendes cosas y adquieres experiencia, vas dándote cuenta de errores, ausencias e intentas remediarlas. Es entonces cuando entiendes lo fácil que hubiera sido a veces si hubieras realizado determinados pasos previos.

Por esa razón, y pensando en toda la gente que ahora mismo está empezando, escribo los siguientes posts para intentar ayudarles y orientarles. ¡Espero que les resulte interesante y útil!

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Lo primero que quisiera aclarar es que la investigación genealógica es por lo general una tarea ardua, de avance lento y final "inexistente". En ocasiones todo será fácil e irá rodado, pero otras veces se presentan muros difíciles de sortear. Pocas veces son imposibles, siempre es cuestión de buscar otras vías y tener paciencia.

De todas maneras la profundidad de la investigación depende de cada persona según su interés. Hay gente que solo quiere conocer hasta sus bisabuelos y quizás tatarabuelos, mientras que otros que otros sueñan con llegar al Neolítico! Hay personas que son felices con conocer únicamente nombres, fechas y lugares, y otros que disfrutan indagando sobre la biografía de sus ancestros buscando todo tipo de información y detalles. Cada uno decide cuando quiere saber.

Según avanzas en tu genealogía vas descubriendo cosas interesantísimas, a veces que ni te imaginabas: un antepasado famoso (para bien o para mal...), tragedias y alegrías, lugares que no conocías, pasajes de la historia en que tu familia estuvo involucrada, costumbres, etc. Sin casi darte cuenta aprendes mucha historia, sobre todo historia social, y geografía.

Y ojo, porque ¡engancha! Una vez empiezas a avanzar y descubrir cosas, siempre quieres saber más.

Dicho esto, voy a repartir el proceso de investigación en las siguientes fases, que trataré en sucesivos posts:

1. Entorno familiar.
2. Registros civiles.
3. Registros eclesiásticos.
4. Ampliación, otras fuentes, etc.